En árabe ward (‘rosa’) y wird (‘ejercicio de reflexión’) poseen la misma raíz trilítera, y, según cuenta Shah, los cristianos, al adoptar el rosario de los sarracenos, tradujeron erróneamente el-wardia (‘el recitador, el meditador’) por «otra palabra, casi la misma en el sonido original, que significaba ‘rosario’».
13 ene 2020
La rosa y el rosario
Mario Satz, Pequeños paraísos: El espíritu de los
jardines, 2017 (Barcelona, pp. 101-2):
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